Te entrego mis pechos
para que de ellos succiones alimento,
el recorrido de mis manos
para calmar la ausencia de la no contención,
mis ojos limpios
para cuando no puedas ver
Te entrego mis labios
para que te besen cuando llores,
y la transformación del caos interno en silencio
para cuando te sientas fluir sin rumbo.
Mis pequeños pies
para que los calces y busques otro destino,
una sonrisa que albergue alegría
para cuando veas teñir de oscuro la vida
Te entrego un pinchazo en el alma
para que amanezcas con ánimo,
y regalo un mar solo tuyo
para que te sumerjas cuando quieras sentirte liviano
Te entrego mi sol
para que te seque el dolor,
entrego mi panza
para que gestes en ella una vida más feliz.
sábado, 17 de abril de 2010
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